"Una mañana recordé con gran nitidez lo que había soñado. Varias personas a las que había conocido hace tiempo pasaron por mi mente. Compañeros del colegio, familiares ya fallecidos, antiguos vecinos del barrio donde me crié, personas que vi en la televisión en la infancia. Todas ellas aparecían claramente, bien definidas junto a las personas de mi cotidianidad inmediante, como mi mujer Conchita, el director de los almacenes donde trabajaba, también mi primo Ernesto. Con toda la mañana sin nada que hacer por delante decidí fijar todos esos rostros en papel. Fui elaborando una lista de todas esas personas. Pueden imaginar cual fue mi sorpresa cuando a las diez de la noche aún continuaba recordando. De pronto tuve una extraña y luminosa percepción; en aquella lista estaban todas las personas a las que yo había conocido en mi vida, tanto íntima como superficialmente. La lista continuó y sin darme cuenta estaba aplicando para recordarlo todo una especie de sistema informe y enmarañado que, no obstante, respondía a algunas leyes de lo más absurdas, barajando las posibilidades de los hilos que guiaban la memoria, iluminando sin duda espacios insondables del cerebro. Con el tiempo bauticé mi sistema con el nombre de Lo no previsto y hasta publiqué un folletito en inglés para tratar de venderlo como modelo pedagógico en Inglaterra. Lo llamé The Oversight. A pesra de no tener una respuesta favorable continué desarrollando mi sistema, al que ahora decidí rebautizar como Técnica de la sinrazón. Sin más pretensión que difundir una posible reelaboración del sistema educativo conforme a postulados infraracionales iluminativos decidí, finalmente, hacer pública esta técnica en España."
Así comienza el prólogo de este libro de Agustín Sena que hoy sigue siendo referencia obligada en el ámbito de la nueva pedagogía vitalista.
El autor imparte habitualmente cursos y talleres en la Universidad Prisciliana de Neoburgo.
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